
La desvalorización del planeta responde a un paradigma que alienta la sobreexplotación extrema de los recursos para obtener ganancias ilimitadas.
Cuando una idea dice: - El amor por la Madre Tierra es paganismo, la Tierra es lugar de paso y castigo para el humano, es al cielo a lo que se ha de aspirar-, se está diciendo que no importa cómo y cuánto sea explotado el suelo y arrasados los mares, porque ésta no es nuestra casa, nuestro hogar, sino ‘el reino de Satanás’ (versión san Pablo).
Inclusive la Ciencia occidental, que nació con Bacon en Inglaterra, no tiene una plataforma de ideas propia, sino que toma las ideas del sustrato cultural, sin objetarlas, y a partir de ahí se esfuerza por demostrar.
La “ciencia” entonces dijo que todo eran fenómenos químicos regidos por leyes físicas. ¿Y el intelecto, y los sentimientos, y el espíritu?; todo es resultado de la complejización físico-química. Hubo algunos filósofos que habían discutido antes eso de que era imposible que surgiera algo más complejo de algo más simple. Los hinduistas afirman que no podríamos pensar si el Universo no pensara; que no podríamos sentir amor ni pasión si el Universo no amara… Las “leyes” no las inventamos nosotros por consenso y lucha de clases; las leyes ya están inventadas, y si no son observadas se sufren las consecuencias.
Como sea, en el presente hay un gran movimiento, que involucra a cientos o a miles de millones de personas, a favor de la Tierra como única casa-hogar. Y son las concepciones indígenas las que nos enseñan a redirigir nuestros pensamientos y a romper con las afirmaciones a priori de una cultura maligna y destructiva; en realidad, de una cultura necrofílica a mansalva.
El viejo pensamiento depredador decía que la Tierra era un montón de escombros ordenados de mayor a menor densidad por causa de la atracción gravitatoria ejercida nada más que por la velocidad de giro de la masa de cascotes. Cada cuerpo en el espacio abarcaría un radio de influencia con su giro, dentro del que quedaban atraídos todos los cuerpos vecinos o colindantes, formándose así una cadena o red de interinfluencias. El origen del giro inicial habría sido una Gran Explosión provocada por un exceso de gravedad sobre un punto…
La filosofía antigua, afirma que el Corazón de la Tierra es un diamante. Y ahora hay científicos que están intentando demostrarlo, con lo que nuestra estructura de ideas puede llegar a hacer un giro a favor de los que respetan, admiran y temen a la naturaleza.
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